martes, julio 25, 2006

Bienvenido, Martín Alejandro




Hola Amigos:

Hasta ahora, para nuestra familia, este ha sido un año cargado de emociones fuertes, unas tristes, felizmente las menos, y otras muy alegres. Ahora, la llegada de Martín Alejandro, mi tercer nieto, nos ha llenado de alegría. El es un don con que Dios nos ha bendecido, nos ha traído una ternura inmensa y un calor espiritual incomparable, mientras más lo necesitábamos. Cuando Ida y yo éramos jóvenes, la llegada de cada hijo nos inundaba de gloria. Hoy, ese sentimiento es multiplicado por cada uno de nuestros descendientes. Ahora le pedimos a El que lo ayude a crecer sano y fuerte y que cuando ya sea un hombre, le dote de inteligencia, sabiduría, humildad, valor y dignidad para que sea un gran ser humano.
Martín Alejandro es el segundo hijo de mi primogénito, Francisco Eduardo Gatica Neira, y de mi nuera, Marcela Alejandra Salas Valenzuela. Llegó a este mundo a las 14.47 horas, el viernes 21 de este mes, en la Clínica Francesa. Al nacer, pesó 3 kilos 340 gramos y midió 52 centímetros.
Decía que lo que va corrido de 2006 ha sido un periodo que Ida y yo no podremos olvidar, por muchos años. La primera gran alegría la vivimos el 4 de marzo, cuando nació Sofía Francisca Gatica Gatica, quien sigue tan risueña como cuando nació. Sin embargo, después, el 17 de mayo, sufrimos la pérdida de mi madre, Ilda del Rosario Pezoa Manríquez, quien se entregó serenamente a los brazos del Señor, a los 97 años de edad. Y, el 29 de junio, diario El Sur puso fin a mi contrato laboral, después de 43 años de trabajo, junto a otras personas en edad de jubilar, por necesidades de la nueva empresa. Desde 1982 me desempeñé como Editor Internacional. Ahora, Ida y yo iniciamos una nueva etapa en que viviremos nuevas primaveras y juntos miraremos el mundo a través de los ojos de quienes han venido para perpetuarnos. Me refiero a nuestros hijos y a nuestros nietos Tomás Eduardo, Sofía Francisca y Martín Alejandro.